domingo, 22 de junio de 2014

Soportar las críticas y salir ganando




Como seres humanos que somos, podemos cometer errores.También estamos sujetos a envidias y por lo tanto, es normal que tarde o temprano recibamos fuertes críticas, incluso por parte de aquellos en los que más confiamos. 

La diferencia entre aquellas personas que salen adelante y las que fracasan, suele ser su capacidad para gestionar las críticas. 


Las críticas dañan nuestra autoestima, lo que provoca que dejemos de afrontar muchos retos por miedo a exponernos a más críticas. Sin embargo, si somos capaces de escuchar lo que los demás tienen que decir de nosotros, por mucho que no nos guste lo que vamos a oír, no solo no saldremos perjudicados, podemos salir incluso reforzados.Es otra expresión de la recurrente "resiliencia", ese concepto tan de moda que habla de la capacidad para responder a las dificultades.

No te pongas a la defensiva.

La tentación, nada más recibir una crítica, es defendernos. Lo más probable es que comencemos a pensar en las razones por las que nuestro interlocutor está equivocado y así se lo queremos hacer saber. Es natural; se trata del proceso mediante el cual protegemos nuestro orgullo y nuestra autoestima. Pero ¿ a quien queremos engañar ? Si se nos hace saber que hemos hecho algo mal, es probable que haya cierta razón en dichas palabras o que quizá estemos dando una imagen que no nos corresponde. 

Peor aún que defendernos, es contraatacar y echar otras cosas en cara a aquel que nos ha criticado. Eso, no puede deparar nada bueno, ya que solo perjudicará la relación sin que ninguno ponga nada de su parte para solucionar los problemas. 

No proyectes tus inseguridades en la crítica.

Reflexiona y date cuenta de si nos están criticando o somos demasiado inseguros, pues tendemos a proyectar nuestra falta de confianza en las palabras de los demás. Cuanto más daño hace una crítica, más probable es que haya tocado un punto sensible que, inconscientemente, sabemos que no es precisamente nuestro fuerte. En ocasiones, nos tomamos lo que es un comentario constructivo como algo destructivo, por lo que debemos conocer nuestras limitaciones para entender qué es aquello que nos pueden reprochar con razón. 

No reacciones inmediatamente.

Ante la crítica, lo mejor, en muchos casos es callarse y asentir. Suena a mansa sumisión, especialmente si somos pasionales. Es mejor darnos tiempo cuando estemos a solas para reflexionar sobre aquello que nos han dicho. Sólo entonces podremos ser capaces de extraer lo útil de lo accesorio y obtener una valiosa enseñanza. 
Uno de los grandes problemas de ser criticados, es que podemos reaccionar extremadamente mal, lo que provocará que la otra persona no esté dispuesta a ayudarnos nunca más. 

Identifica la fuente de la crítica

Hasta este momento, hemos hablado de estrategias de aguante. Pero también es posible que la crítica no tenga ningún fundamento ni razón.¿ Puede ser una estrategia para hacernos fracasar ?, especialmente si es un competidor. ¿ Quien ha hecho la crítica ? ¿ Hay alguna razón por la que pueda tenernos rabia o envidia ?... Incluso en dicho caso,es preferible restarle importancia, es mejor callar, que contraatacar.

Deshazte de lo dañino y quédate con lo útil.

Siempre solemos quedarnos con las formas y no con el contenido, aunque puedan encubrir una gran verdad. Aunque no permitamos que nos traten de forma brusca e injusta, en nuestro fuero interno, debemos hacer ejercicio de autocrítica y juzgar si de verdad debemos cambiar algo de nuestro comportamiento. Con las pistas que los demás nos proporcionan, debemos ser nuestros mejores jueces. No es fácil, pero sólo ello nos permitirá subsanar nuestros defectos. 

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