domingo, 8 de junio de 2014

Rosa de Jéricó



La Planta Sagrada de la Resurrección.





Especie única, cuyas ramas tienen la propiedad de contraerse con la sequedad, permaneciendo cerradas y secas durante muchísimos años, hasta que la humedad o el contacto con el agua vuelve a abrirlas, recobrando de este modo su frescura y belleza.

Arrancadas del suelo por el viento, éste las arrastra a su merced, convirtiéndolas en viajeras obligadas a través de estepas y desiertos, cruzando las fronteras de diversos países de Asia y otros continentes, y diseminando sus semillas por todos ellos. Posiblemente este errar interminable diera forma a la leyenda de Jesús en el desierto.

Oriundas de Afganistán, proliferan en los desiertos de Arabia, Egipto, Palestina y riberas del Mar Rojo… Pero no crecen, sin embargo, en la ciudad de Jericó; si bien es cierto que, miles de años atrás (sobre el segundo milenio antes de Cristo), ricos hacendados y comerciantes de esta ciudad las traían desde los lugares más lejanos, como un preciado talismán para bendecir sus casas o negocios y librarlos de los invasores. Pudiera ser que el esplendor de Jericó en esta época diera nombre a la planta.




Su tradición ocultista data de tiempos muy remotos, y el paso de los siglos no ha logrado desprenderla jamás de su leyenda y poderes. Creyentes y no creyentes, todos reconocen antes o después sus beneficiosos efluvios.

Cuenta la leyenda que, cuando Jesús se retiraba a orar al desierto, la Rosa de Jericó, arrastrada por los vientos, se detenía dulcemente a sus pies y, de madrugada, después de abrirse con el rocío de la noche, ofrecía al Maestro las gotas de agua de sus ramitas. Jesús las tomaba con las yemas de sus dedos, llevándolas a los labios para calmar su ardiente sed. Conmovido, la bendijo.

Extendida esta leyenda con el paso de los años a otras naciones y otros continentes, diferentes etnias han considerado la Rosa de Jericó como Flor Divina, reconociéndola, además, como portadora de beneficiosos efluvios. Coinciden también muchas ramas del mundo esotérico en atribuirle especiales propiedades, acogiéndola como el talismán vivo más escaso y deseado.

Existe la firme creencia, arraigada en muchos pueblos de la Tierra, de que quien adopta y cuida una Rosa de Jericó, debidamente preparada con el Ritual Arameo de la Esperanza, atrae milagrosamente hacia sí y los suyos PAZ, AMOR, SALUD, FUERZA, FELICIDAD, SUERTE EN LOS NEGOCIOS, HABILIDAD EN EL TRABAJO, BIENESTAR ECONÓMICO… Es por ello que, en numerosas ocasiones, llegaron a pagarse sumas muy considerables por poseerla, pues rara vez se tenía ocasión de encontrarla.

"Cuando algo no te funcione, las cosas no te vayan todo lo bien que debieran y sientas que la suerte te ha abandonado, o simplemente quieras tener entre tus manos el único talismán vivo existente sobre la Tierra y dejarte favorecer por él, acércate a mi Rosa de Jericó y llévala a tu vida. Estarás dando un gran paso hacia la felicidad."




Desde la noche de los tiempos, la Rosa de Jericó -preparada con el Ritual Arameo de la Esperanza- ha sido refugio y consuelo de millones de personas, generación tras generación.

Aquellos ruegos ancestrales, aquellas súplicas de nuestros antepasados, siguen teniendo vigencia a las puertas del tercer milenio. Han cambiado las peticiones, las necesidades, pero el sentimiento es el mismo: todos precisamos ayuda. Y en situaciones límite observamos que la Rosa de Jericó puede convertirse en nuestro último recurso.

Su poseedor se beneficia de ella, sintiéndose ayudado ante las grandes vicisitudes del día a día.

Miles de personas han atrapado la suerte a través de mi Rosa de Jericó. Otras, de forma prodigiosa e inexplicable, han recobrado la salud, han encontrado el amor, han podido mantener su matrimonio unido… Otras muchas viven, gracias a ella, en continuo bienestar económico, consiguen sin dificultades un trabajo y los negocios parecen presentarse más fluidos.

Antigua es la afirmación de que una Rosa de Jericó preparada con el Ritual Arameo de la Esperanza es infalible; no falla jamás.

Innumerables testimonios confirman que los beneficios que se obtienen mediante mi Rosa de Jericó, debidamente ritualizada con el Ritual Arameo de la Esperanza, corresponden a lo que promulga su tradición.

"Cuando algo no te funcione, las cosas no te vayan todo lo bien que debieran y sientas que la suerte te ha abandonado, o simplemente quieras tener entre tus manos el único talismán vivo existente sobre la Tierra y dejarte favorecer por él, acércate a mi Rosa de Jericó y llévala a tu vida. Estarás dando un gran paso hacia la felicidad."

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